lunes, 19 de mayo de 2008

LA YAKUSA ¿PARAÍSO O INFIERNO?

…A los 28 años de edad, una mujer colombiana se encontraba a la espera de regresar a su casa cuando fue abordada por una mujer colombiana de Medellín sobre un trabajo en Japón como camarera. A su llegada a Tokio, fue conducida a una zona roja, en donde Shin Okubo, le enseñó cuatro frases en japonés: ‘‘Buenas noches. ¿Dónde va? Vamos a ir al hotel. Veinte mil yenes, ‘‘o $ 200 dólares. En donde tuvo que entregar $ 80 dólares a los dos japoneses y realizar pagos periódicos de $ 5000 como una deuda y solo le permitían enviar a su casa $ 300 dólares al mes y su pasaporte fue decomisado. Ella se limita en gran medida a pasar el tiempo en un pequeño apartamento con otras mujeres colombianas. Después de que ella había devuelto todos los 5000 dólares, de la deuda, fue vendida a uno de los criminales japoneses, que exigió una suma adicional de $ 5000 dólares, pero luego pasó a la clandestinidad en donde trabajó por sí misma por un período de seis meses para comprar un billete de avión a casa. Regresó a Colombia, con $ 130 dólares, pero después de sólo tres días en Colombia, uno de los traficantes de Colombia llego a su casa, diciendo: ‘‘Aún me debe $ 5000. ‘‘Él amenazó con matar a sus hijos a menos de que regresara a Japón y trabajara para pagar la deuda. Unas semanas más tarde, consiguió un pasaporte falso que le costo otros $ 5000, y se fue de nuevo a Japón…[1]

Esta historia es igual a la de cientos de mujeres que han caído en las redes de la prostitucion, mujeres jóvenes atrapas por la Yakuza, la mafia japonesa que se encarga de llenar las calles de sus principales ciudades con mujeres colombianas. Esta es una realidad que se ha tratado de tapar de todas las formas y en donde menos intervención han tenido los gobierno debido a que no se han establecido sentencias verdaderas, o porque es un negocio que resulta ser muy lucrativo o quizás por la gran influencia y poder de la Yakuza. Por esto es necesario analizar estos temas que son tal vez las fuentes principales de esta triste realidad.

Esta es tal vez un ejemplo claro de esta cruel problemática que se vive en Colombia, así como en muchos otros países no tiene un castigo superior a una simple sentencia por falsedad, y en Japón el sistema judicial sólo lo juzga por evasión de impuestos o infringir leyes monetarias, pero por fortuna han comenzado a surgir personas que piden mayores penas a los criminales implicados como lo son los abogados para víctimas de tráfico de personas, los cuales dicen que el gobierno parece estar en dos posiciones sobre la dirección de este problema, en donde ellos lo describen como una forma de esclavitud moderna, por otro lado se encuentra un articulo llamado La Lucha contra la Prostitución Ley de 1956 el cual establece que "Ninguna persona podrá, o bien hacer la prostitución o convertirse en el cliente de él”[2] sin embargo, la definición de la prostitución está estrictamente limitada al acto sexual lo cual quiere decir que la venta de numerosos actos sexuales como el sexo oral, sexo anal, otros actos sexuales son legales.
Pero tal vez esta realidad ha sido tan poco tratada y legislada porque es considerada tal vez un mal tan grave como el mismo narcotráfico, pero más lucrativo como se menciona en el libro Yakuza “la trata de personas, el tráfico de armas y el tráfico de drogas, son los tres principales negocios de la mafia internacional. Genera recursos anuales superiores a los siete billones de dólares”[3]. No solo las grandes mafias reciben dinero, las prostitutas colombianas reciben 4.000 yenes por quince minutos de sexo y 10 mil yenes de propina, pero hay que tener presente que para alcanzar este dinero deben tener relaciones sexuales en promedio con 38 a 40 hombres por noche en jornadas de 12 horas. Algunas mujeres vienen saben que tienen que endeudarse con traficantes, quienes confiscan sus pasaportes, restringen sus movimientos y a veces las venden a criminales: por otro lado estos criminales buscan todas las formas de conseguir la entrada de mujeres al Japón por medio de la falsificación de pasaportes como lo mencionan las estadísticas de la embajada las cuales muestran que cada mes la embajada de Tailandia recibe alrededor de 20 pasaportes falsificados confiscados de las mujeres que intentan entrar ilegalmente en Japón, ya que la mayoría de los que entran se sabe que son de personas que van a trabajar como prostitutas, pero, una vez allá, se mantienen en la servidumbre y cargan con deudas promedio de 50000 dólares. Chaturont Chaiyakam, un cónsul en la embajada afirma que ''Se puede tomar años para pagar las deudas, y a veces, un cliente japonés pagar la deuda y adquirir la niña‘‘.[4]

No en todos los casos es por voluntad propia, muchas veces son casos de trata de blanca, mujeres que han llegado a Japón sin ningún conocimiento de lo que en realidad las van poner a trabajar y la mayoría de mujeres son colombianas en busca de mejores oportunidades de trabajo e ingresos económicos. “La Embajada de Colombia estima que 3500 mujeres colombianas trabajan como prostitutas en Japón traídas aquí por los traficantes”.
[5]Por otro lado los primeros nueve meses de 2004, el Organismo Nacional de Policía de Japón registró 46 casos de tráfico de seres humanos, agentes de inmigración arrestaron a 12, pero las cifras esconden la magnitud verdadera del problema, ya que la mayoría de los casos nunca fueron informados a los diplomáticos ni a las autoridades japonesas.

Pero sin dejar de lado Japón se mueve dentro del poder de una de las mafias mas grandes llamada la Yakuza que se encarga principalmente de distribuir y manejar el negocio de la prostitución y la trata de mujeres en Japón y son los dueños de los teatros en donde no solo se prostituyen mujeres sino también se realizan espectáculos en donde se exhiben practicas sexuales. Un solo miembro de la Yakuza ha prostituido a más de cuatrocientas colombianas, de acuerdo a las investigaciones realizadas con respecto a este tema las cifras resultan burlescas, y lo mas grave del caso es que las autoridades no saben con precisión como funciona la Yakuza por dentro.

Para concluir cabe resaltar como la prostitucion y la trata de personas se ha convertido en tema principal de controversia, de cómo el desempleo, los problemas económicos son la principales causas por las cuales las colombianas se dejan tentar o confundir por la idea de conseguir dinero fácil en un país lejano como los es Japón, sin esperar la dureza y la crueldad que les espera en el exilio.
Por María Claudia Gómez y Nohora Pardo

[1] Versión traducida y adaptada al español de ONISHI, Norimitsu. Japan, Easygoing Till Now, Plans Sex Traffic Crackdown. En: New York Times, New York (16, Febrero, 2005); p. A.3
[2] WIKIMEDIA FOUNDATION, INC. Prostitution in Japan [en línea] <http://en.wikipedia.org/wiki/Prostitution_in_Japan>
[3] GIRALDO, Juan Carlos. Yakuza: la mafia japonesa y la trata de blancas. Editorial Aguilar, 2003. ISBN 958-70-4066-X
[4] ONISHI, Norimitsu. Japan, Easygoing Till Now, Plans Sex Traffic Crackdown. En: New York Times, New York (16, Febrero, 2005); p. A.3
[5] Ibid.